2 resultados para microbiota vaginal

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Estudiar los caracteres que han sido considerados femeninos y comprobar en qué medida son ciertos. Explica los caracteres corporales y la inestabilidad neurovegetativa de las mujeres, analiza los caracteres psicológicos que han sido atribuidos a las mismas, éstos son: pasividad, masoquismo, instinto maternal, emotividad, erotismo, sensibilidad, infantilismo, complejo de inferioridad, ansiedad, envidia, inmoralidad, rivalidad, pudor, narcisismo, hipocresía, hostilidad, espíritu de contradicción, derrotismo, resignación, mediocridad, fanatismo, utilitarismo, materialismo, avaricia. Y finalmente estudia las facultades intelectuales de las mujeres. 1) Los caracteres que la mujer posee independientemente de su puesto social y cultural son los corporales, la inestabilidad neurovegetativa, un especial erotismo, la sensibilidad, el infantilismo físico y el pudor. 2) Los caracteres corporales de la mujer europea presentan una diferencia clara con respecto a los del hombre. Las hormonas masculinas producen mayor musculatura mientras que las femeninas mayor adiposidad. Las diferencias funcionales no pueden suprimirse por completo, aunque sí reducirse por efecto de la educación. En resistencia vital, tradicionalmente la mujer ha superado al hombre, aunque actualmente esta diferencia se va suprimiendo, por efecto de la vida activa. 3) El organismo femenino es inestable por naturaleza. Periódicamente tiene lugar en él, una serie de trastornos relacionados con la función reproductora. Todos los meses se realiza la maduración de un óvulo acompañado de una serie de reacciones. Sube la tensión arterial antes del flujo sanguíneo y baja enseguida, aumenta la velocidad del pulso y a veces la temperatura llegando en casos hasta la fiebre. Aumenta el metabolismo basal y disminuye el número de glóbulos rojos. Las sales que transporta la sangre actúan sobre el ovario, la tiroides y la hipófisis cuya actividad ha aumentado. Esa inestabilidad de las glándulas provoca una gran fragilidad nerviosa que alcanza el sistema central. La mujer en esos días es emotiva, nerviosa e irritable. Con la fecundación esta enajenación es más profunda. Pero los desequilibrios de la mujer no desencadenan en ineptitud. 4) El papel erótico de la mujer es pasivo por naturaleza y costumbre. Tiene una doble sensualidad, la clitoriana, agresiva y la vaginal, pasiva. La madurez de la mujer lleva consigo el desarrollo del erotismo vaginal, pero sin que desaparezca del todo el clitoridiano. Quiere ser acariciada y abrazada por unos brazos fuertes y al mismo tiempo necesita acariciar algo suave y delicado. Su excitación erótica es de una intensidad y profundiad mayor que la del hombre. Pero sus resistencias morales pueden impedir la aparición del placer. El ritmo de su sexualidad no coincide con el de la masculina, tarda más en gozar y su voluptuosidad es de distinta forma. 5) Todos los autores coinciden en aplicar a la mujer una mayor sensibilidad. Se interesa más por las personas que por los hechos objetivos. Gracias a esta cualidad desarrolla gran tacto, comprensión, empatía e identificación. 6) Las demás características de la mujer no hacen más que reflejar la situación dependiente de la mujer con respecto al hombre. Alguna, como el amor maternal, no es exclusiva de la mujer, pues es una característica humana no ligada a la maternidad. En los últimos años, la mujer ha visto abierto el camino hacia nuevas funciones, aunque no ha perdido las que tenía anteriormente. Con este cambio ha desarrollado una serie de rasgos nuevos, en mayor número de los que ha perdido en esta ampliación de su campo de actividad. Entre ellos podemos contar las capacidades prácticas, confianza en sí misma y eficiencia. Además, sus intereses son más objetivos e impersonales que los de sus antepasados, acepta y actúa conforme a la moral contractual del mundo en el que se ha introducido. Confía más en su propio juicio, por lo que depende menos de la opinión ajena.